Tengo guardadas un montón de camisetas viejas y rotas para hacer madejas de trapillo. Compré una madeja para ver el ancho que tienen y con esta madeja comprada he hecho este fin de semana este bolso. La madeja que compré es la de color coral, lo negro es cortado del pantalón de un pijama viejo. He unido las tiras cosiéndolas, porque con nudos hacían mucho bulto al tejer. El asa del bolso es una cadena que he encontrado en el mercadillo de los Encantes y a la que he puesto una protección para que no se clave en el hombro. El forro interior es tela aprovechada de un pantalón roto.
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La flor la he hecho con el mismo trapillo pero cortándolo por la mitad, ya que si no quedaba una flor exageradamente gruesa y grande. Lo de alrededor de la flor y las hojas es hilo de algodón, no trapillo.
La verdad es que no me ha gustado mucho el trapillo. Es muy rápido, eso sí, pero duelen las manos y los dedos al trabajarlo. Bueno, lo mío es normal porque tengo el síndrome del túnel carpiano y me tendré que operar pronto.
Además cunde muy poco, la madeja entera se me ha ido en el bolso y tiene un peso excesivo. La verdad es que sólo volveré a usar el trapillo para hacer alguna alfombra, si es que vuelvo a hacerlo. Porque ya veremos luego cómo se lava, ya que con el peso que tiene se me carga la lavadora.
En fin, lo bueno que tiene es que es dicho y hecho, piensas en algo y lo acabas en nada.